El Buen Fin
Profeco
En los 15 años que lleva El Buen Fin, sin duda, las pantallas son uno de los productos electrónicos más buscados, con promociones que pueden parecer “irresistibles”. Las hay de todos los tamaños, marcas, características y posibilidades… pero ¿cómo saber cuál es la que más conviene o que realmente el precio de promoción sea real y no un engaño?
Detrás del atractivo de un precio bajo, se esconden decisiones cruciales que los compradores deben considerar. Por ejemplo, el gasto energético, la garantía y el mantenimiento.
En respuesta a lo anterior, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó una guía para navegar la oferta y asegurar que la compra no se vuelva un gasto frustrante en El Buen Fin u otra temporada de ofertas. La recomendación principal es la misma que aplicarían los asesores financieros: comenzar con un diagnóstico de necesidad. ¿Justifica verdaderamente el uso o las funcionalidades de un modelo nuevo el desembolso?
Una vez tomada la decisión, la investigación es la siguiente línea de defensa. Como consumidor, es importante que te informes sobre las características técnicas del dispositivo y, de paso, compares precios en sitios en línea y físicos. Los expertos subrayan que optar por una pantalla de mayores dimensiones no sólo incrementa el precio de compra, sino que también conlleva un mayor y constante consumo de electricidad. Cada función adicional —mayor resolución, capacidades de Smart TV, HDR— representa un incremento en el costo.
En el momento de la transacción, la verificación es clave. Se debe comprobar que la caja contenga en su interior todos los accesorios y documentación necesaria. Es decir, cable de alimentación, control remoto, manual de usuario y demás accesorios que asevere incluir (si aplica). Un elemento no negociable, de acuerdo con la Profeco, es exigir el sello de la garantía del fabricante. Las tiendas suelen ofrecer garantías extendidas como un servicio adicional; pero aceptarlas puede, en algunos casos, anular la cobertura original provista por el fabricante. Lo cual deja al consumidor atado a un único proveedor de reparaciones.
La responsabilidad del consumidor no termina en la caja registradora. Una vez en casa, leer el manual no es una mera formalidad, sino la clave para aprovechar las conexiones y funciones por las que se pagó. El cuidado preventivo es igualmente crítico. Proteger la televisión con un regulador de voltaje con supresor de picos la salvaguarda de las comunes variaciones eléctricas y puede extender su vida útil de forma significativa.
La ubicación física también importa. Debe instalarse en una superficie plana, estable y alejada de la humedad y el polvo. Para empotrarlas, es imperativo usar soportes certificados que puedan soportar el peso específico del modelo, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante para evitar accidentes.
Los modernos paneles LED son delicados. Se recomienda evitar cualquier golpe y, sobre todo, presionar la pantalla con los dedos. Para una limpieza correcta, se debe usar una tela de microfibra ligeramente humedecida con agua, evitando estrictamente el vinagre, jabón o cualquier producto químico abrasivo que pueda dañar los recubrimientos antirreflejantes. Otro enemigo silencioso es la luz solar directa, que no sólo daña la calidad de la imagen con el tiempo, sino que fuerza al aparato a consumir más energía y reduce su vida útil.
Si el producto presenta una falla, el protocolo es claro: consultar el manual de solución de problemas. Y si el problema persiste, no debes abrir la pantalla. Manipular los sellos internos suele invalidar la garantía de inmediato. Lo correcto es revisar la póliza de garantía para conocer los centros de servicio autorizados y presentar el ticket o factura de compra original.
También te recomendamos leer: Profeco insta a PlayStation a mostrar precios en pesos en México
Si el proveedor se niega a hacer válida la garantía a pesar de contar con toda la documentación, los consumidores tienen un recurso. Pueden presentar una reclamación formal ante la Profeco a través de sus 38 Oficinas de Defensa del Consumidor (Odeco), el Teléfono del Consumidor (55 5568 8722 y 800 468 8722), o sus perfiles en redes sociales, como X (@AtencionProfeco) y Facebook (ProfecoOficial). En un evento de consumo masivo como ‘El Buen Fin’, esta información puede ser la herramienta más valiosa que un comprador lleve consigo.