China
China es uno de los países con mayor crecimiento económico. Sin embargo, sus políticas sobre la cantidad de hijos por pareja pueden derivar en un envejecimiento de su población en las próximas décadas. Lo anterior significaría una crisis demográfica que privaría al país de sus metas de crecimiento económico e influencia geopolítica.
Por ello, el país asiático tomó la decisión de permitir un tercer hijo por familia. Hace poco más de 40 años, en 1979 para ser más precisos, China decretó la política del “hijo único” como una media radical de tener un control sobre el crecimiento elevado de la población.
Este tipo de restricciones poblacionales dio paso a un sinfín de abusos e incluso derivaban en abortos forzados o clandestinos. Otras familias decidían conservar a su segundo hijo y “esconderlo”. Sin embargo, no declarar otro niño significaría una multa excesiva que podría ascender hasta 10 veces el ingreso anual de una pareja.
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Por más de 30 años, la política del hijo único se mantuvo vigente en China. Para 2013, el gobierno comenzó a darse cuenta del problema a futuro que significarían las restricciones. Es decir, de seguir las cosas así, el envejecimiento de la población sería un asunto mayor. Por lo tanto, a partir de 2013 el gobierno chino permitió un segundo hijo a las parejas provenientes de familias con un único hijo. Y para el 2015, la excepción se extendió a toda la población.
Sin embargo, a pesar de permitir dos hijos por familia, el temor de china sobre una futura crisis demográfica con una población envejecida aún se mantiene latente. Por ello, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China anunció el ajuste a la Ley de Planificación Familiar para que cada pareja pueda tener hasta tres hijos sin temor a perder sus trabajos o ser multados.
De acuerdo con el último censo (2020), 264 millones de personas (que representan el 18.7 % de la población china) tienen más de 60 años, siendo el control de la natalidad una de las razones del elevado envejecimiento en la población. La cifra se ha incrementado en más de cinco puntos porcentuales desde el 2010. En el mismo periodo, el porcentaje de personas en edad productiva bajó de 70.1 % al 63.3 %. Lo cual marca una tendencia que preocupa al gobierno y por la que tuvieron que realizar la reforma a la ley de natalidad.
En la misma línea, los datos del censo muestran un claro descenso en la natalidad. En 2020 se registró el nacimiento de 12 millones de bebés, un 18 % menos de los 14.6 millones de infantes nacidos en 2019 en China.