Donald Trump
Harvard
En una medida sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió las visas para nuevos estudiantes internacionales de la Universidad de Harvard. El mandatario justificó la medida apegándose a la “protección a la seguridad nacional”, tal como también lo hizo para la subida arancelaria del 50 por ciento al acero y aluminio.
La decisión, que afecta a miles de aspirantes de diversas partes del orbe, profundiza la batalla legal y política entre la Casa Blanca y una de las instituciones académicas más emblemáticas de Estados Unidos, la Universidad de Harvard. Esta última, calificó la medida como una represalia política que afecta directamente a los estudiantes.
En una proclamación ejecutiva, Trump declaró: “Determiné que es necesario restringir la entrada de extranjeros que buscan ingresar a EE. UU. principalmente para estudiar en Harvard”. La orden, vigente inmediatamente, aplica por seis meses iniciales, con posibilidad de extensión. Así como también congela las nuevas visas F-1 y J-1 para estudiantes e investigadores. Incluso las visas de los estudiantes internacionales actuales podrían estar sujetas a revisión, con riesgo de revocación.
La Casa Blanca puso como argumento los “riesgos a la seguridad nacional”, acusando a Harvard de no reportar adecuadamente “actividades ilegales o peligrosas” de alumnos extranjeros, y citando “datos deficientes” sobre tres casos. “Adversarios extranjeros explotan el acceso a la educación superior para robar información, explotar la investigación y el desarrollo y difundir información falsa “, señaló el comunicado presidencial, alineándose con advertencias previas del FBI sobre espionaje académico.
Tras el anuncio, la Universidad de Harvard rechazó contundentemente la medida impulsada por Donald Trump. Aseverando que se trata de una nueva represalia legal que viola sus derechos amparados bajo la Primera Enmienda. “Harvard continuará protegiendo a sus estudiantes internacionales”, aseveraron.
La suspensión de las visas para estudiantes internacionales escala aún más la tensión entre Harvard y Trump. Recordemos que previamente se congelaron los fondos federales para becas e investigación, así como también está la propuesta de eliminar el estatus de exención tributaria de Harvard.
La acción presidencial llega días después de que una jueza federal de Massachusetts, Allison Burroughs, bloqueó un intento previo del Departamento de Seguridad Nacional para revocar la certificación de Harvard en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio.
El 22 de mayo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció la revocación inmediata. Una semana después, el 28 de mayo, Burroughs emitió una orden judicial provisional. Ante la presión legal, el Departamento de Seguridad Nacional optó por un proceso administrativo más largo; pero la jueza advirtió una posible orden preliminar permanente.
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Con siete mil estudiantes internacionales (27 por ciento del total de su matrícula), Harvard enfrenta un desafío operativo y financiero. La medida deja en limbo a aspirantes admitidos para el año académico 2025-2026. Así como también obliga a consulados a realizar “investigaciones adicionales” a solicitantes vinculados a Harvard. Y refleja una tendencia de restricciones a académicos extranjeros, especialmente tras declaraciones del secretario de Estado Marco Rubio sobre “revocar agresivamente visas a estudiantes chinos”.