El pasado 24 de marzo se comunicó la decisión tomada por el COI de aplazar los Juegos Olímpicos al año que viene, la cual fue una medida necesaria porque en este momento no existen las condiciones para entrenar, prepararse, viajar y competir. El mundo está comprometido en la lucha contra el coronavirus, que se ha extendido por todas partes.
Desde el primer momento, Italia se ha puesto en las manos del Comité Internacional anunciando que habría aceptado cualquier decisión, pues salvaguardar la salud de los atletas era la prioridad.
En este tema, el presidente del CONI (Comité Olímpico Nacional Italiano), Giovanni Malagò, dijo: “Nunca hubo una situación parecida, los Juegos Olímpicos se cancelaron solo durante las guerras mundiales. Hablo a menudo con el Comité Olímpico Internacional. Siempre supe que estaban trabajando para encontrar una solución. Desafortunadamente, el coronavirus en este momento está dictando las leyes”.
Los primeros en oponerse a competir en 2020 fueron Paolo Zizza, DT de la selección de waterpolo femenil (conocida como La Setterosa), quien anunció que suspendería la preparación, así como Giovanni Petrucci, presidente de la Federbasket, que había lanzado la alarma