Chloë Grace Moretz
En una era donde la vida de las celebridades suele ser un escaparate de sobrexposición, la actriz, Chloë Grace Moretz, y la fotógrafa y modelo, Kate Harrison, cultivaron su relación apartada de los reflectores, en la tranquila intimidad de lo privado. Por ello, cuando decidieron consagrar sus casi siete años de relación, lo hicieron a su manera: con una celebración de fin de semana largo que priorizó la conexión personal sobre el protocolo, un evento cuyos detalles exclusivos fueron compartidos con Vogue.
La boda, celebrada durante el feriado del Día del Trabajo en Estados Unidos, fue menos un acto ceremonial y más una extensión de la vida compartida de la pareja. Los invitados se limitaron a ser simples espectadores; sino que también participaron en un retiro que incluyó pesca, paseos a caballo, partidas de póker y sesiones de baile en línea. Actividades que funcionaron como un eco de los gustos y la complicidad que definen a la pareja.
El elemento más sobresaliente de la celebración, sin embargo, fue la moda. Ambas novias se vistieron con creaciones a medida de Louis Vuitton, el resultado de un estrecho y extenso proceso de colaboración con Nicolas Ghesquière, el director creativo de la casa francesa. Moretz, desafiando la tradición del blanco nupcial, hizo su entrada con un audaz vestido azul celeste acompañado de un velo a juego, una elección que evocaba un glamur de vieja escuela. Y que, según relató, terminó de consolidarse durante sus pruebas de vestuario en los talleres de París.
Para la fiesta, la actriz cambió a un atuendo más festivo: un conjunto blanco de pantalón y chaqueta, coronado con un sombrero vaquero que estableció el tono desenfadado de la velada. Harrison, por su parte, inició la ceremonia con un clásico y solemne vestido blanco de velo de catedral, que luego transformó para la recepción en un moderno traje de corsé y pantalones, rematado con una sobrecapa transparente adornada con detalles metálicos, simbolizando una transición de lo tradicional a lo contemporáneo.
Aunque en 2018 comenzaron a verse señales de la posible relación entre Chloë Grace Moretz y Kate Harrison, no fue sino hasta inicios de enero de 2025 cuando la pareja lo hizo oficial en redes sociales. El anuncio lo acompañaron con una imagen que mostró los anillos de compromiso.
El proceso de creación de los vestidos en París fue, en sí mismo, un rito prenupcial. “Es un momento en el que se vuelve real”, comentó Harrison al ver su vestido terminado. Moretz, por su parte, resaltó la importancia de que Ghesquière acogiera la creación de ambas indumentarias: “Eso habla de la comunidad que él ha creado. Fue algo monumental para nosotras”, dijo.
En la víspera de la ceremonia, la emoción se centraba en la promesa del futuro y en el significado de renovar un compromiso de años. “Llevamos casi siete años juntas, haciendo esta promesa de una manera nueva”, reflexionó Moretz. “Creo que es importante que nos elijamos mutuamente cada día”. Harrison recordó el momento de la primera mirada: “Sin tener ni idea de cómo nos veríamos… va a ser muy especial. Este diseño es perfecto. ¡Estoy lista!”.
También te recomendamos leer: Sydney Sweeney y Glen Powell: ¿romance tras cancelar boda?
Más allá de la innegable influencia en el mundo de la moda que este enlace tendrá, la boda de Moretz y Harrison se erige, en última instancia, como un testimonio de autenticidad. Fue una celebración que, en cada detalle—desde los vestidos hasta las actividades—, priorizó la narrativa personal de su amor por encima de todo, sellando no sólo una unión legal, sino la promesa de seguir eligiéndose, cada día.