Taylor Swift
La aclamada cantante, Taylor Swift, reclamó, por fin, lo que siempre consideró suyo. En un giro que parece sacado de una de sus propias letras —donde la resiliencia triunfa sobre la adversidad—, intérprete de Shake It Off anunció recientemente que adquirió los derechos de sus primeros seis álbumes. Con ello, pone punto final a una disputa de años por el control de su obra.
“Toda la música que he creado… ahora me pertenece”, escribió Swift en una emotiva carta publicada en su sitio web. La cantante especificó que todos sus videos musicales, grabaciones de conciertos, artes de sus álbumes y fotografías, canciones sin publicar, ya son de su propiedad. “Los recuerdos, la magia, la locura. Cada una de las eras, el trabajo de mi vida entera”, dijo.
El acuerdo marca el cierre de un capítulo amargo que comenzó en 2019, cuando el empresario, Scooter Braun, compró (sin su conocimiento) Big Machine Records, el sello que albergaba los másteres de sus discos debut hasta Reputation (2017). Swift calificó el movimiento como una “pesadilla”, y lo que siguió fue una batalla pública por la propiedad artística que resonó en toda la industria.
“Casi dejé de intentarlo, pensando que no sería posible. Más de una década años de trabajo, como una zanahoria colgando frente a mí, siempre fuera de alcance. Pero eso es todo: eso es parte del pasado. He estado llorando de felicidad en intervalos aleatorios desde que supe que esto realmente estaba sucediendo. De verdad puedo decir estas palabras: Toda la música que he hecho… ahora me pertenece”, dijo.
Swift recordó que, en algún momento, le ofrecieron un trato condicional: recuperar un álbum por cada nuevo disco que firmara con Big Machine. Lo rechazó y, en su lugar, prefirió una estrategia audaz: regrabar su catálogo desde cero.
La lucha se intensificó, en 2020, cuando Braun vendió los derechos a Shamrock Capital por unos 300 millones de dólares. Un acuerdo que, dijo la cantante, todavía le permitía a Braun beneficiarse indirectamente. Sin embargo, ahora, tras negociaciones con Shamrock, la cantante logró lo que parecía imposible: la propiedad total de sus grabaciones originales, videoclips y material inédito.
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Mientras luchaba por recuperar sus másteres, Taylor Swift ejecutó un movimiento sin precedentes: relanzar sus álbumes bajo el sello Taylor’s Version, reinterpretando sus clásicos con la madurez vocal y producción actualizada. Hasta ahora, ya lanzó cuatro de los seis discos pendientes —Fearless, Red, Speak Now y 1989—, cada uno acompañado de canciones inéditas rescatadas “From the Vault”.
