Aranceles
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En un movimiento que subraya las crecientes tensiones sobre el tráfico transfronterizo de drogas, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, anunció la implementación de aranceles a Canadá y México bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés). La decisión, enmarcada como una respuesta a una “amenaza extraordinaria” para la seguridad nacional de Estados Unidos, apunta al flujo descontrolado de drogas letales, particularmente fentanilo, hacia el país.
La administración Trump criticó durante mucho tiempo a Canadá y México por su supuesta incapacidad para abordar adecuadamente las actividades de los cárteles de drogas, a los que se responsabiliza de alimentar una crisis de salud pública en EE. UU. Según el anuncio, los cárteles de las drogas mexicanas, principalmente los de Sinaloa y Jalisco, operan con relativa impunidad, fabricando fentanilo en laboratorios clandestinos y contrabandeándolo a través de la frontera entre México y EE. UU.
El comunicado, emitido por la Casa Blanca, destaca la gravedad de la situación, señalando que el 97 por ciento de los decomisos de fentanilo ocurren en la frontera entre México y EE. UU. Los cárteles mexicanos, conocidos por su brutalidad y corrupción, incrementaron sus ataques entre sí y contra las fuerzas del orden mexicanas, acercando la violencia a la frontera estadounidense. La administración Trump argumenta que la presunta complicidad del gobierno mexicano al proporcionar refugios seguros para estos cárteles exacerbó la crisis.
De manera similar, Canadá quedó implicado en el tráfico de fentanilo, con informes de “superlaboratorios” que operan en áreas rurales y densamente pobladas del oeste del país. Dichas instalaciones son capaces de producir cantidades significativas de fentanilo, contribuyendo al creciente número de muertes por sobredosis en EE. UU. Los decomisos de fentanilo en la frontera norte el año pasado, aunque menores en volumen que los de la frontera sur, fueron lo suficientemente potentes como para matar a millones de estadounidenses.
La crisis de los opioides, impulsada en gran medida por el fentanilo, cobró cientos de miles de vidas en EE. UU. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los opioides sintéticos, principalmente el fentanilo, son responsables del 68 por ciento de todas las muertes por envenenamiento por drogas en 2022 y 2023, totalizando 216 mil 294 fallecimientos. La administración Trump estima que los funcionarios federales interceptan sólo una fracción del fentanilo que se introduce de contrabando en el país, lo que subraya la magnitud del desafío.
“Más estadounidenses mueren por sobredosis de fentanilo cada año que el número de vidas estadounidenses perdidas en toda la Guerra de Vietnam”. Se lee en el comunicado, enfatizando la gravedad de la crisis.
La decisión del presidente Trump de imponer aranceles a Canadá y México marca una continuación de su política comercial “America First”, que enmarcó consistentemente como un asunto de seguridad nacional. En un memorándum de noviembre, Trump prometió “cobrar a México y Canadá un arancel del 25 por ciento sobre todos los productos que ingresen a Estados Unidos” hasta que se detenga el flujo de drogas y la inmigración ilegal.
Este movimiento se basa en el uso previo de aranceles por parte de Trump como herramienta diplomática. Durante su primer mandato, utilizó con éxito la amenaza de aranceles para presionar a México a fortalecer la seguridad fronteriza. De manera similar, su administración impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio para proteger a las industrias estadounidenses de la sobreoferta global, citando preocupaciones de seguridad nacional.
El anuncio también vincula la crisis de las drogas con el problema más amplio de la inmigración ilegal, que la administración Trump atribuye a las políticas de la administración Biden. Según el comunicado, más de 10 millones de personas intentaron ingresar ilegalmente a EE. UU. bajo el liderazgo del presidente Biden, sobrecargando escuelas, hospitales y sistemas de bienestar social.
“Miembros de pandillas, contrabandistas, traficantes de personas y drogas ilegales de todo tipo están entrando en nuestro país y llegando a nuestras comunidades”, afirma el comunicado.
La decisión de la administración Trump de imponer aranceles bajo la IEEPA refleja una estrategia más amplia para exigir responsabilidades a Canadá y México. Al enmarcar el problema como una amenaza a la seguridad nacional, Trump busca obligar a ambas naciones a tomar medidas decisivas contra las organizaciones de tráfico de drogas y fortalecer la seguridad fronteriza.
“Esta alianza con el gobierno mexicano pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, y debemos erradicar la influencia de estos cárteles peligrosos”. Resaltaron.
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Mientras EE. UU. lidia con el impacto devastador del fentanilo y otros opioides sintéticos, la imposición de aranceles a Canadá y México representa un movimiento controvertido, pero calculado, por parte de la administración de Trump para abordar un problema complejo y multifacético. Si esta estrategia dará los resultados deseados está por verse; pero subraya la alta importancia de una crisis que continúa cobrando vidas y tensionando recursos en ambos lados de la frontera.