Donald Trump
Estados Unidos
Kamala Harris
En una sorprendente y decisiva jornada de elecciones en Estados Unidos, Donald Trump venció a Kamala Harris (quien sustituyó a Joe Biden como candidata) y logró su regreso a la Casa Blanca tras una reñida y controvertida elección que ha dejado huella en el panorama político estadounidense. La votación del 5 de noviembre de 2024 fue un evento marcado por la alta participación, la intensa polarización y la preocupación en torno a la integridad de los resultados, lo cual sumó aún más dramatismo al histórico retorno del expresidente republicano.
A pesar de los numerosos escándalos en los que se vio atravesado, el magnate logró convencer a los votantes estadounidenses, quienes respondieron una contundente fuerza que posicionó, básicamente desde el inicio, a Donald Trump como virtual ganador de las elecciones. Kamala Harris logró asegurar 223 votos, sin embargo, quedó muy lejos de los 279 obtenidos por el republicano durante las elecciones en Estados Unidos. Al romper la barrera de los 270 votos, Trump, de78 años, se convierte en el presidente electo, alcanzando su segundo mandato al frente del país vecino.
Las urnas abrieron a las 7:00 de la mañana en la costa este. Y cerraron a las 8:00 de la noche. Aunque en estados clave como Georgia, Pensilvania y Arizona, hubo extensas filas que retrasaron el cierre oficial en varias áreas. La afluencia de votantes fue notablemente alta, con millones de estadounidenses emitiendo su voto motivados tanto por la oportunidad de reafirmar o rechazar el regreso de Trump como por las polarizantes propuestas en juego.
Desde temprano, la campaña de Trump mostró gran confianza, y sus simpatizantes acudieron en masa a centros de votación en bastiones conservadores. Sin embargo, los analistas preveían una competencia cerrada debido a los estados oscilantes, donde la diferencia de votos en elecciones previas había sido mínima.
Los resultados en estados como Michigan, Wisconsin y Pensilvania se tornaron cruciales. Aunque tradicionalmente demócratas, estas regiones se han inclinado en ocasiones hacia el lado republicano y, esta vez, mostraron una notable tendencia hacia Trump. En particular, la baja participación de votantes jóvenes y algunas minorías, grupos que históricamente apoyan a los demócratas, se tradujo en un menor rendimiento para su oponente, quien tuvo dificultades para movilizar la base progresista en ciertas zonas.
Uno de los momentos más tensos de la jornada llegó al anunciarse el conteo parcial en Pensilvania. Allí, la ventaja inicial para los demócratas comenzó a desaparecer conforme avanzaba el escrutinio en los condados rurales. Este fue un factor determinante que terminó sellando la victoria de Trump.
A lo largo del día, surgieron acusaciones de ambas campañas en torno a presuntas irregularidades en el proceso de votación. La campaña de Trump denunció en repetidas ocasiones retrasos en el conteo de votos por correo en distritos urbanos, mientras que su oponente señaló la presencia de observadores de Trump que, presuntamente, habrían intimidado a votantes en algunos puntos conflictivos de Arizona y Georgia.
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Pese a las tensiones, el Departamento de Justicia y la Comisión Electoral emitieron un comunicado conjunto a media tarde asegurando que, hasta el momento, no había evidencia significativa de fraude, destacando que la integridad del sistema de votación estaba siendo vigilada estrictamente. No obstante, algunos votantes expresaron su desconfianza debido a la intensa polarización mediática y el flujo de desinformación en redes sociales.
El regreso de Trump a la presidencia no solo generó impacto en Estados Unidos, sino también en el ámbito internacional. Desde Europa, las primeras reacciones reflejaron un tono cauteloso, particularmente en países como Francia y Alemania, donde líderes expresaron su disposición a cooperar, aunque hicieron hincapié en la importancia de mantener el compromiso con la OTAN y el cambio climático, temas en los que Trump ha tenido posiciones escépticas. En Asia, países como China y Corea del Norte respondieron de manera diplomática, aunque no disimularon su preocupación ante el posible regreso de una política exterior más confrontativa.
En América Latina, México y Brasil también emitieron comunicados oficiales, subrayando la importancia de una relación basada en el respeto y la cooperación, con México particularmente atento a la posibilidad de reactivar la retórica migratoria que caracterizó la administración de Trump entre 2017 y 2021.