CELAC
Claudia Sheinbaum
En su primera intervención en una cumbre regional (CELAC) como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado firme a los líderes de América Latina y el Caribe para avanzar hacia una integración económica más estrecha, basada en el respeto a la soberanía nacional y en la idea de prosperidad compartida.
Durante la IX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Sheinbaum Pardo propuso organizar una “Cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe”, con el objetivo de consolidar una agenda común que fortalezca las capacidades económicas de la región frente a los desafíos globales.
“Les invito, que la CELAC convoque a una Cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe para hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías. A los pueblos latinoamericanos y caribeños nos hermana la historia, la cultura y la geografía de un continente que se extiende sobre dos hemisferios y entre dos océanos. El comercio y el intercambio económico nos han unido por siglos en la búsqueda de la prosperidad de nuestra gente”, señaló.
Sheinbaum planteó una serie de ejes de colaboración que incluyen el comercio agroalimentario, la producción conjunta de medicamentos y equipos médicos. Así como el impulso a la ciencia, la tecnología, las energías limpias y la protección ambiental. También llamó a estructurar mecanismos de complementariedad comercial entre los países del bloque.
Además, la presidenta de México destacó el potencial económico y estratégico de América Latina y el Caribe: una población joven de más de 660 millones de personas; un PIB regional cercano a los 6.6 billones de dólares; y vastos recursos naturales (desde agua dulce y bosques primarios hasta minerales estratégicos y reservas energéticas). “Tenemos las condiciones para construir desarrollo con justicia y con respeto al medio ambiente”, remarcó.
A 15 años del nacimiento de la CELAC, Sheinbaum señaló que la región se enfrenta hoy a una reconfiguración profunda del comercio mundial. En ese contexto, insistió en que los gobiernos latinoamericanos deben actuar con legitimidad, unidad y pragmatismo, respetando las particularidades de cada país; pero comprometidos con una visión común.
La mandataria también abordó el fenómeno migratorio, abogando por una respuesta humanista que ataque las causas estructurales como la desigualdad, el desempleo y la violencia. Condenó abiertamente las políticas que criminalizan la migración, y reiteró la posición histórica de México contra los bloqueos económicos. “Decimos no al bloqueo a Cuba. No al bloqueo a Venezuela. Estas sanciones no generan prosperidad ni construyen paz”, sostuvo.
En relación con Haití, expresó su respaldo a una reunión regional enfocada en diseñar una estrategia conjunta de paz y reconstrucción para el país caribeño, uno de los más golpeados por crisis políticas y humanitarias en la región.
Sheinbaum, quien asumió el liderazgo del Ejecutivo tras la llamada Cuarta Transformación iniciada por Andrés Manuel López Obrador, recordó que México atraviesa una nueva etapa en la que se busca “separar el poder económico del poder político” y priorizar a los sectores históricamente marginados. “Por el bien de todos, primero los pobres”, reiteró.
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La cumbre en Tegucigalpa, que congrega a 33 países de la región, también será el escenario para el traspaso de la presidencia pro tempore de la CELAC, que pasará de Honduras a Colombia. En este contexto, la propuesta de Sheinbaum busca posicionar a México como un actor clave en la reactivación de la agenda regional, marcada por la necesidad de integración frente a un mundo en transformación.