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Ucrania respaldó una propuesta de Estados Unidos para un alto al fuego por 30 días con Rusia en un intento por reducir la escalada de violencia que ha marcado el conflicto entre ambos países desde hace más de tres años. El anuncio se produce horas después de que Ucrania lanzó el mayor ataque con drones contra territorio ruso desde el inicio de la guerra, un movimiento que Kiev describió como un esfuerzo para presionar a Moscú a aceptar una tregua.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, confirmó que Ucrania aceptó “negociaciones inmediatas” durante una reunión en Yedá, Arabia Saudita, en donde participaron representantes de Washington y Kiev, pero no de Moscú. “La pelota está ahora en el tejado de Rusia”, declaró Rubio, subrayando que el éxito de la tregua depende de la reciprocidad del Kremlin.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, respaldó la propuesta en un discurso difundido en redes sociales, aunque advirtió que el verdadero desafío será convencer a Rusia de hacer lo mismo.
“Recibí un informe de nuestra delegación sobre su reunión con el equipo estadounidense en Arabia Saudita. El debate duró casi todo el día y fue positivo y constructivo; nuestros equipos pudieron analizar muchos detalles importantes”. Indicó Zelenski.
Agregó que “Ucrania busca la paz desde el primer segundo de esta guerra y queremos hacer todo lo posible para lograrla lo antes posible y de forma fiable, para que la guerra no vuelva”. Y destacó tres puntos clave propuestos por Ucrania durante la reunión:
“La parte estadounidense entiende nuestros argumentos y tiene en cuenta nuestras propuestas. Agradezco al presidente Trump la conversación constructiva entre nuestros equipos”, agregó Zelenski.
Asimismo, indicó que, en las conversaciones, la parte estadounidense propuso dar un primer paso aún más grande: un alto el fuego provisional completo de 30 días, que no sólo detenga los ataques con misiles, aviones no tripulados y bombas, no sólo en el Mar Negro, sino también a lo largo de toda la línea del frente.
“Ucrania está dispuesta a aceptar la propuesta del alto al fuego; la consideramos un paso positivo y estamos dispuestos a adoptarla. Ahora, le corresponde a Estados Unidos convencer a Rusia de que haga lo mismo. Si Rusia acepta, el alto el fuego entrará en vigor de inmediato”, señaló.
El acuerdo también incluye la reanudación de la asistencia militar estadounidense a Ucrania. La cual quedó suspendida tras el tenso encuentro entre Zelenski y Donald Trump el 28 de febrero. Además, ambas partes acordaron acelerar un pacto que permitirá a Estados Unidos acceder a recursos minerales estratégicos en Ucrania, un tema que había quedado pendiente durante la visita de Zelenski a Washington.
La propuesta de alto al fuego recibió el apoyo de varios líderes internacionales. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y António Costa, presidente del Consejo Europeo, calificaron el acuerdo como “un paso hacia una paz global, justa y duradera para Ucrania”. En un mensaje publicado en la red X, ambos destacaron que “la pelota está ahora en el tejado de Rusia”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también celebró el avance, describiéndolo como “un logro notable” en las negociaciones. Sin embargo, las autoridades rusas mantienen una postura cautelosa. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, declaró que corresponde a Ucrania demostrar su disposición a alcanzar la paz. “No importa lo que nosotros esperemos”, afirmó.
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El anuncio del alto al fuego se produce en un contexto de intensos combates. Horas antes de la reunión en Yedá, Ucrania lanzó un masivo ataque con drones contra territorio ruso, el mayor desde el inicio de la guerra. Según Kiev, el objetivo era “incitar” al presidente ruso, Vladimir Putin, a aceptar una tregua. No obstante, Moscú aseguró que repelieron exitosamente el ataque, y afirmó que destruyeron 343 drones, incluidos 91 en la región de Moscú y 126 en Kursk, una zona fronteriza parcialmente ocupada por fuerzas ucranianas.
En Ucrania, al menos seis personas murieron en bombardeos rusos en la región de Donetsk, en el este del país, según informó el gobernador local. Estos enfrentamientos subrayan la complejidad de lograr una tregua duradera en un conflicto que ha dejado miles de muertos y desplazados.
Uno de los escenarios más tensos en las últimas semanas es la región de Kursk, en la frontera entre Rusia y Ucrania. En agosto de 2024, Ucrania lanzó una ofensiva sorpresa en esta zona, logrando ocupar varios cientos de kilómetros cuadrados. Sin embargo, las fuerzas rusas recuperaron más de dos tercios del territorio perdido, con el apoyo, según Kiev y Seúl, de miles de soldados norcoreanos.
Rusia anunció este martes que recuperó 12 localidades y más de 100 km cuadrados en Kursk, un avance que podría fortalecer su posición en futuras negociaciones. Para Ucrania, mantener el control de estas áreas es crucial, ya que podrían servir como moneda de cambio en un eventual acuerdo de paz.
Aunque la propuesta de alto al fuego representa un avance significativo, su implementación enfrenta numerosos desafíos. La desconfianza mutua entre Kiev y Moscú, así como los intereses geopolíticos de potencias como Estados Unidos y Corea del Norte, complican el panorama.