Claudia Sheinbaum
Quintana Roo
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aclaró este martes que los terrenos previamente explotados por la empresa Calica, en Playa del Carmen, Quintana Roo, “no fueron expropiados, sino declarados Área Natural Protegida debido al grave daño ambiental causado por las actividades de la compañía”. La mandataria anunció que enviará una carta a miembros del Congreso de Estados Unidos y a la Casa Blanca para informarles sobre la situación y evitar malentendidos.
“Nunca hubo una expropiación. Las tierras siguen siendo de ellos, pero se les advirtió que estaban operando fuera de las áreas autorizadas, afectando cenotes y acuíferos”, explicó Sheinbaum durante su conferencia matutina, conocida como “Las mañaneras del pueblo”. “Ante la falta de cumplimiento, el presidente López Obrador decidió cambiar el uso de suelo para proteger el medio ambiente”.
La decisión de declarar el área como protegida se tomó después de que Calica, una empresa dedicada a la extracción de materiales pétreos expandiera sus operaciones más allá de los límites autorizados. Lo cual provocó daños significativos a los ecosistemas locales, incluyendo cenotes y acuíferos que son vitales para la región. Sheinbaum enfatizó que la medida no busca confiscar los terrenos, sino prohibir actividades que pongan en riesgo el medio ambiente.
“Ahora es un Área Natural Protegida donde no se permite la explotación de estos materiales, porque está afectando gravemente el ambiente”, señaló la presidenta.
En la misma conferencia, Sheinbaum también abordó el tema del Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos de su administración. Aseguró que la construcción del ferrocarril se ha financiado exclusivamente con recursos públicos, provenientes de los impuestos pagados por los mexicanos.
“El recurso con el que se hizo el Tren Maya es público. Todo lo que se invirtió está registrado en los informes de la Cuenta Pública. Es dinero de las y los mexicanos que se ha utilizado para este proyecto”, afirmó.
El Tren Maya, que conectará varios estados del sureste del país, ha sido promocionado como una herramienta para impulsar el desarrollo económico y turístico de la región. No obstante, también enfrentó críticas por su impacto ambiental y social.
Sheinbaum reveló que su gobierno está en conversaciones con Calica para llegar a un acuerdo que evite un conflicto jurídico. No obstante, advirtió que, de no lograrse un entendimiento, el caso se resolverá en los tribunales.
“Vamos a buscar un acuerdo que permita salvaguardar cualquier conflicto jurídico. Si no se llega a un entendimiento, el tema se resolverá en los tribunales”, dijo.
La presidente también mencionó que enviará una comunicación formal a las autoridades estadounidenses para aclarar la situación y evitar desinformación. “Se va a enviar tanto a los congresistas como a la Casa Blanca para informarles y que no haya mala información”, agregó.
La aclaración de Sheinbaum llega en un momento en que las relaciones entre México y Estados Unidos han estado bajo escrutinio, especialmente en temas relacionados con el comercio y el medio ambiente. Al enfatizar que no hubo expropiación, la presidenta busca transmitir un mensaje de transparencia y respeto a los acuerdos internacionales.
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Sin embargo, el caso de Calica también subraya el delicado equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental, un desafío que México enfrenta en múltiples frentes. Mientras las negociaciones con la empresa continúan, el gobierno mexicano ha dejado claro que la preservación de los recursos naturales es una prioridad, incluso si eso significa enfrentar batallas legales.