Netflix
Desde el anunció de la adaptación del anime japonés Cowboy Bebop con actores reales, se generó una enorme expectación que, al final, se convirtió en un arma de dos filos. ¿Por qué?
Por un lado, se encuentran los fans que han visto una o más veces la serie animada original. Y, por otro lado, están las nuevas generaciones de televidentes cuyos gustos en series y películas no necesariamente son iguales a las de antes.
Debido a la popularidad de la serie original, el gigante de streaming, Netflix, vio como una gran idea producir una adaptación contemporánea de Cowboy Bebop. Pero, en esta ocasión, no con el clásico estilo y concepto del anime nipón. Sino con actores reales de la talla de John Cho, como Spike Spiegel; Daniella Pineda, como Faye Valentine; Elena Satine, como Julia; y Mustafa Shakir en el papel de Jet Black.
Hasta allí todo marchaba bien. Pero luego de su estreno el 19 de noviembre, las críticas causaron estragos y rápidamente llegaron a oídos de Netflix. Por lo que, a las tres semanas de su estreno internacional, la plataforma decidió cancelar la serie, incluso cuando era evidente que se tenía pensado (mínimo) una segunda temporada de este western espacial.
Muchas de las críticas planteaban que tanto los actores, como el equipo de producción hizo un buen trabajo al adaptar el concepto original. Y, aunque es un tanto diferente, lo aceptaron con sus reservas.
Pero otro grupo no se tocó el corazón. Y de inmediato catalogaron a Cowboy Bebop de Netflix como un rotundo fracaso en el que no supieron mantener la idea original. Así como tampoco terminó de funcionar incluso luego de ver los primeros diez episodios de la primera temporada.
La historia original de Cowboy Bebop sigue las aventuras de tres cazarrecompensas dedicados a perseguir y atrapar criminales. Todo en un ambiente futurista lleno de acción, diálogos interesantes e historias que mantenían a los espectadores al filo de su asiento.
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Por su parte, la adaptación Live Action de Netflix mantuvo esa misma idea. Y agregó un destacado apartado visual con efectos especiales y una historia que, si bien no es la mejor del siglo, se mantuvo en el rango de lo disfrutable.
Lamentablemente, la cantidad de horas vistas no satisfizo a los directivos de Netflix. Pues en sus primeras dos semanas, Cowboy Bebop sumó casi 70 millones de horas reproducidas. Una cantidad mínima si la contrastamos con las más de mil millones de horas logradas por el fenómeno surcoreano El juego del calamar.
Así, al no ser “rentable”, Netflix decidió no volver a invertir en esta serie. La cual se convirtió en una de las más rápidamente canceladas en la historia. Algo similar le pasó hace unos meses a la serie de superhéroes Jupiter’s Legacy estrenada en mayo de 2021 y cancelada en junio.